Historia
Nuestra historia comienza en 1882, cuando León Fourvel funda en Argentina la Sociedad “León Rigolleau” con el objetivo de fabricar envases para tintas.
Nuestra historia comienza en 1882, cuando León Fourvel funda en Argentina la Sociedad “León Rigolleau” con el objetivo de fabricar envases para tintas.
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León Fourvel Rigolleau, inmigrante francés, provenía de una familia dedicada a la fabricación de papel. Al llegar a la Argentina, comienza con la importación de papel francés, estableciendo una importante librería. Luego se dispuso a completar el negocio con la fabricación de tinta, para lo cual debió hacer frente a la escasez de frascos para tinteros en el mercado local, por lo que decidió encarar él mismo la elaboración de envases de vidrio.
León Rigolleau fue un verdadero emprendedor que tuvo una visión clara del negocio. A los 17 años de edad funda en la Ciudad de Bs. As., la cristalería denominada “La Nacional”. A los tres años se muda a pocos metros, la sociedad pasa a llamarse “León Rigolleau y sobrino” ya que es este último quien empieza a poner empuje y visión en el negocio. En 1898, León Rigolleau firma un contrato con Cognac (Francia) con Claude Boucher, maestro vidriero, quien le cede con carácter exclusivo, el uso de las patentes sobre sus máquinas semi-automáticas, para Argentina, Uruguay y Paraguay. Un año más tarde, León Rigolleau decide retirarse definitivamente de los negocios, que quedarán en manos de su sobrino, Gastón Fourvel Rigolleau.
Gastón Fourvel Rigolleau, decide transformar su empresa personal en Cristalerías Rigolleau S.A., con el aporte de comerciantes e industriales Argentinos y Franceses, instalando la planta en un predio de 27 hectáreas de Berazategui, donde se emplaza hasta los días presentes. Esto produjo un importante cambio tanto económico como social para la zona, generando muchos puestos de trabajo y en pocos años se convierte en una ciudad industrial importante. A los dos años, la sociedad ingresa a la Bolsa de Buenos Aires.
En 1921, se instala por primera vez en el país un horno con máquinas automáticas, denominadas O’Neill, produciendo más de cien mil de botellas por día.
Este año se decide trasladar las oficinas a Paseo Colon al 800, Ciudad de Bs. As. En el edificio, sobre el frente de la calle independencia y parte del frente de Paseo Colon, se pueden apreciar detalles ornamentales con escenas relacionadas con la fabricación del vidrio artesanal.
En 1932, se creó el Parque que ocupa siete hectáreas dentro de la planta industrial para ello se contrató al ingeniero Agrónomo Benito Carrasco, quien creara años atrás el parque del hipódromo de San Isidro. Las obras de parquización dieron lugar a la implantación de más de cincuenta especiales arbóreas.
Se inicia en Rigolleau, por primera vez en el país, la fabricación de tubo neutro. Instalándose en la calle Zaraza de la Capital Federal, la primera planta de ampollas para productos medicinales, con más de treinta máquinas fabricadas en sus propios talleres de la planta de Berazategui. Al año siguiente, se inaugura el antiguo horno Nº 1, el mayor en Sudamérica para estos años. Este año ingresan nuevas máquinas que mejoran las clásicas O`Neill, de origen americano marca Lynch.
El 18 de noviembre de 1946, fallece en su residencia de Hurlingam, Provincia de Buenos Aires, Don Gastón Fourvel Rigolleau, quien fuera presidente de la compañía y su principal impulsor, especialmente para su planta de Berazategui.
Después de su muerte, la gestión de la empresa quedó en manos de tres ejecutivos, entre los cuales se destaca Enrique Shaw, sobrino de León Fourvel Rigolleau, ingresó a la compañía en 1945 y fue Director Delegado entre 1960 y 1962. Enrique Shaw, fue quien comenzó a practicar vivamente la Responsabilidad Social Empresaria en la década del 50. Su gestión y la repercusión que tuvo, fue tan especial, que hoy está en curso el proceso de su santificación papal.
En 1952 Se firma un acuerdo con Wheaton Glass C.O. de EE.UU., en virtud del cual se da comienzo a la fabricación de frascos para antibióticos inyectables, siendo la primera vez que se logra producir en el país este tipo de productos.
Este año fue el protagonista de la gestación del proyecto para la construcción del horno 31 esta gigantesca obra que exigió una excavación de 11.200 m3 de tierra, 52 toneladas de hierro en hormigón armado, 2100 t. de hormigón y 27,5 km de cable eléctrico. Posteriormente se destinó a la fabricación de la Vajilla.
El 9 de octubre de 1972 se festejan los noventa años de la empresa, por tal motivo se decide donar a la comunidad de Berazategui 3523 m2 de terreno sobre la avenida 14 y Lisandro de la Torre. Dicho terreno con el tiempo se transformó en la plaza León Fourvel Rigolleau.
En 1978 – Se instala la línea de templado de vajilla de mesa, la que le confiere una resistencia mecánica muy alta. Este equipo fue importado de Bélgica, denominándose línea “Kiln”. Las marcas Cotidien, Tojours, Eternelle, Centuria y Regís pasan a liderar el mercado de las vajillas templadas.
En 1986, Cristalerías Rigolleau paso a manos del grupo Anmovi Anstal, el presidente de la empresa fue entonces Camilo Villarino Gancia. Corning Glass continúo como asesora técnica y con la gestión de C. Gancia se reconstruyó el horno Nº 1. Se establecieron contactos con empresarios italianos del vidrio para importar tecnología.
En 1993, cristalería Rigolleau fue adquirida por el Grupo Cattorini, quienes invirtieron apostando a la mejora continua en cada uno de los procesos y desarrollos.
Se obtiene la certificación del sistema de gestión de la calidad bajo las normas ISO 9001, habiendo sido auditada por el ente certificador RINA.
A comienzos del año 2013, se obtiene la certificación de diseño, desarrollo y fabricación de artículos para la industria alimentaria y de bebidas FSSC 22000.
En 2014, se pone en funcionamiento una línea para realizar copas automáticas, lo que nos permite ser los primeros en el país en realizar y lograr este proceso.
En el 2016, junto con el asesoramiento de la firma Heye Glass de Alemania se logra desarrollar Envases Ultralivianos.
